universo biodiverso: Drossera rotundifolia en Peñalara

Dróssera rotundifilia en las turberas de sphagnum en peñalara

Foto del autor de dróseras rotundifolia en turvera del Operante en peñalara

Las dróseras son un géñenero de plantas insectívoras con multitud de especies adaptadas a multitud de nichos ecológicos por el mundo; tropicales subtropicales, pigmeas, nórdicas... Como carnivoras desarrollan la adaptación frente a suelos ácidos y con carencias de nitrógeno. Éste es el caso de las turberas de esphagnum que encontramos en las lagunas de Peñalara, dónde se dan las condiciones de humedad, acided y carencias de nutrientes necesarias para la existencia de la Dróssera rotundifolia, endémica de éste nicho ecológico.

DESCRIPCIÓN

Rreino: Plantae

División: Magnoliophyta

Clase: Rosopsida

Orden: Caryophyllales

Familia: Droseraceae

Género: Drossera

Especie: D. rotundifolia.

Las hojas de esta especie se encuentran ordenadas en forma de roseta basal. Los largos (1,3-5 cm), estrechos y pilosos peciolos poseen pequeñas laminillas de 4-10 mmm de largo. La superficie superior de la lámina se encuentra densamente cubierta con pelillos glandulares de color rojo los cuales secretan un mucílago pegajoso.
Una planta típica posee un diámetro de unos 3 a 5 cm, con una inflorescencia de 5 a 25 cm de alto. Las flores crecen sobre un lateral de un único y esbelto tallo sin pelillos que surge desde el centro de la roseta de hojas. Tienen cinco pétalos de color blanco o rosado y producen unas pequeñas semillas (1 a 1,5 mm) de color marrón claro que son alargadas.
En invierno, D. rotundifolia produce un hibernáculo para poder sobrevivir en condiciones de bajas temperaturas. El mismo consiste en un brote a nivel del suelo de hojas apretadas y ensortijadas.

Archivo:Rotundifolia leaf morphology.jpg

Foto de wikipedia

Diapositiva 7

Foto del autor de dróseras rotundifolia en turvera del Operante en peñalara

La presa atrapada en las gotitas de mucílago al debatirse, excita a los tentáculos más próximos, primero de forma mecánica y después químicamente por sus excreciones. Tas el impacto producido por la presa al caer, se produce en las células de los pedúnculos una variación de potencial eléctrico, que se transmite a gran velocidad por el tentáculo tocado hacia otras partes de la hoja produciéndose de esta forma un primer movimiento en los tentáculos de la zona de forma descontrolada; en cualquier dirección. Esto provoca que muchos se encuentren con la presa. Este primer movimiento se produce de forma rápida, y en la parte central de la hoja; los pedúnculos de la parte periférica se comienzan a mover en forma de movimientos de curvatura retrasada, todos en la misma dirección. Estos tropismos son producto de la transferencia de las sustancias químicas excretadas por el insecto.